Polly Faber
Vive en Londres con su marido, sus dos hijos y dos gatos blancos y negros llamados Alan y Babs. Trabajó de comadrona y preparando sándwiches antes de convertirse en escritora. Le gusta pasear por la naturaleza y disfrutar de sus pequeños tesoros, como ascender a una cima y sentir el frío, o bien estar junto a la chimenea, jugar al Scrabble y la lectura en voz alta.